jueves, 7 de agosto de 2008

1.- Inicio

Esta es la primera entrada en mi primer blog, discúlpenme si no llego a ser claro pero las ideas brotan a borbotones y no es fácil detenerlas para desenmarañarlas una a una y darles el espacio y tiempo adecuado. Escribir surge en mí como una necesidad de realizar deseos incumplidos, de dominar mi mente y mis ideas. No pretendo erigirme como un escritor, no lo soy, mucho menos como un creador de ideas que busquen el reconocimiento ajeno. Solo intento llenar el hambre de palabras y reflexiones que hasta antes de hoy se perdían en el silencio, sin derecho alguno de réplica.

La soledad nos lleva a escribir, pero la compañía también inspira. Escribir es abrazar momentos, instantes que duraron un parpadear o que tal vez no llegaron a cristalizarse o momentos que han durado una vida entera. En este blog no pretendo decir solamente lo que siento o lo que pienso, quiero decir algo más allá donde solo la reflexión tenga cabida. Escribir es una actividad que nos ayuda a definirnos, aunque esto conlleve al miedo de descubrirnos a nosotros mismo, a mí mismo. En el algún caso extraordinario espero que mis palabras te lleven, a ti lector, a una introspección o por lo menos al recuerdo del pasado o a la formulación de tu futuro.

Quiero comenzar mi blog diciendo que somos quien escogemos ser. Nadie nos ha obligado a ser quien somos, por lo tanto debemos de reconocer el deber que tenemos para con nosotros mismo y respetarnos. Es decir, ser congruentes. Hemos nacido en alguna sociedad, no importa cuál. Las naciones, las razas, las ideologías, los nombres, el trabajo y las religiones no son más que una forma de etiquetarnos y eso no tiene nada de malo. Lo malo es negar la obligación de crearnos a nosotros mismos. Deplorable y lamentable es aquel que busca ser arreado cual borrego, triste aquel que su existencia justifique diciendo así nací y así he de morir. Somos quien queramos ser y aceptar esto es solo el primer paso a la libertad. Aceptar que cada día nos reinventamos y que somos responsables de cada uno de nuestros actos no es más que el reconocimiento de que somos seres libres e inteligentes, capaces de crear y destruir, de obrar correctamente y de equivocarnos. Nuestra existencia es nuestra y de nadie más. Poco hombre aquel que relegue su existencia y destino a la decisión ajena. Incluso el renunciar a tomar una decisión es una decisión, así que no podemos huir de la toma de decisiones. Al aceptar el hecho de nuestra responsabilidad para con nosotros mismo negamos a los demás su derecho sobre nosotros mismos. Por ende solo así podemos obrar con bien. ¿Quién en su sano juicio desearía obrar mal contra sí mismo?

Hoy no pienso agobiarte con muchas palabras pero solo quiero empezar mi blog con una declaración de que existo y de que soy responsable de mi mismo y de nadie más. Creo que siempre es bueno terminar con una preguntar, para así forzarme a volver para contestarla.

4 comentarios:

JR dijo...

¿Todas nuestra conciencia es libre albedrío? ¿Los cromosomas no influyen o si?
JR

Anónimo dijo...

Una profunda reflexiòn a mi propio actuar . Gracias. JQ

Juan Gomez dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Juan Gomez dijo...

Papi rico